Hola, amor…

Sí, ya sé. No nos conocemos.
Pero tú estás aquí, leyendo esto, y yo llevo años escribiendo como si todas fuéramos viejas amigas que se cuentan la vida entre sahumerios, piedras y tazas de infusión.

Me llamo Antonia. Y aunque no tengo título oficial, te juro que tengo un máster en revueltas emocionales, limpiezas energéticas y supervivencia espiritual con estilo.

Este rincón no nació por moda.
Nació porque hubo un tiempo en que yo también me sentía agotada, sin rumbo, y como si algo invisible me estuviera robando la alegría sin darme razones.

Y no sabía a quién contárselo, porque ¿a quién le dices que tu casa “se siente rara”?
¿O que tienes pesadillas, dolores que no son tuyos, o una tristeza que no entiendes?

Así fue como empecé a usar piedras, rituales simples, y a hacer espacio para lo que mi alma pedía a gritos.
No por esotérica, sino por superviviente.

Aquí no hay promesas de milagros.

Pero sí hay herramientas reales que a mí me han funcionado:

Y si todo eso no basta, querida…
Tengo un as bajo la manga.
Se llama Xavi.
Un joven y guapo médium que me ha ayudado a liberar cargas que ni sabía que cargaba.
Él ve más allá. Y cuando lo pruebes, lo sabrás.

Conoce a Xavi y agenda una sesión con él.

¿Por qué te hablo como si te conociera

Porque si estás aquí, sé que algo en ti se ha removido.
Y eso no es casualidad.
Tú también sientes. Tú también sabes.

Así que bienvenida al Rincón.
No es mío. Es nuestro.
Un espacio para recuperar la calma, la fuerza… y a ti misma.

Con cariño (y una piedra en la mano),
Antonia

PD: Ver las piedras que más uso